Jorge David García, 2008
(Interpretada por Caroline Grivellaro y Gerardo Sánchez).
El título de esta pieza hace referencia a distintas fuentes como son la novela homónima de Gustav Meyrink y el poema, también homóimo, de Jorge Luis Borges; de manera más general, se refiere al mito judío del Golem: un ser de barro creado por un rabino que le diera vida al escribir en su frente la palabra que contiene el concepto sagrado. Tomando como inspiración tales referencias, esta obra sugiere una reflexión sobre la importancia del lenguaje para la construcción de los conceptos que constituyen nuestra vida, y un cuestionamiento de la realidad de tales conceptos en el exterior del lenguaje.
La base estructural de “Golem” descansa en la constante repetición, a diferentes escalas, de un patrón rítmico que se presenta siempre de manera incompleta; con esta estrategia, se busca generar una ambigüedad entre conceptos aparementemente opuestos como son el azar y el determinismo. Con el fin de lograr dicha ambigüedad, es muy importante enfatizar tanto como sea posible el ritmo, la intensidad, y la articulación de cada gesto musical en esta pieza. Las relaciones posibles entre los dos pianos, e incluso entre las distintas partes de cada piano, se encuentran en constante transformación y nunca terminan por definirse del todo: hay momentos en los que todos los sonidos se concentran en un gesto único, mientras que hay otros en los que tenemos texturas contrapuntísticas de hasta 7 partes independientes. Se debe buscar siempre la claridad de cada evento en relación a la textura del pasaje en el que está contextualizado, incluso por encima de una aparente lógica que conduzca la forma global de la obra.
*Imagen de portada: https://flic.kr/p/4w8Vj4